divendres, 13 de març del 2009

Blanca Varela




Malgrat que aquest blog el dedico a les poetes catalanes, de tant en tant inclouré alguna convidada que hagi escrit en d'altres llengües. Malauradament, sovint sentim parlar una mica més d'algú important quan mor, com en aquest cas, encara que Varela havia estat guardonada i reconeguda. Fins i tot el 2007 li van donar, a Espanya, el Premio Reina Sofia. Anoto les dades més remarcables de la seva biografia:


Poeta peruana nascuda a Lima el 1926. De molt jove va ingressar a la Universitat de San Marcos, per estudiar lletres i educació. Allà va fer amistat amb imporants intel·lectuals de l'època. El 1949 va residir a París, on va conèixer Octavio Paz, que la va introduir en el cercle d'intel·lectuals hispanoamericans i espanyols residents a Fraça. Més endavant va viure a Florència i Washington. Es va dedicar a fer traduccions i periodisme, de forma eventual.

El 1959 publica el primer llibre «Ese puerto existe», el 1963 «Luz de día» i el 1971 «Valses y otras confesiones». El 1978 va realitzar la primera recopilació de la seva obra a «Canto villano». Més endavant va sortir una altra antologia seva: «Como Dios en la nada».


Va obtenir el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo l'any 2001, el Premio Ciudad de Granada 2006 y els premis García Lorca y Reina Sofía de Poesía Iberoamericana el 2007. Darrerament residia a Lima.

Amb un currículum semblant i una vida tan intensa, no crec que sigui agosarat afirmar que qualsevol senyor poeta seria molt més conegut. De tota manera, si comparem l'espai que li dedica el diari amb aquell que -no- va dedicar a la nostra Carmelina la diferència també és evident.

Podeu trobar poemes de Blanca Varela aquí. Per començar, un breu tast de la seva poesia:


TAL VEZ EN PRIMAVERA

Tal vez en primavera.
Deja que pase esta sucia estación de hollín y lágrimas
hipócritas.
Hazte fuerte. Guarda miga sobre miga. Haz una fortaleza
de toda la corrupción y el dolor.
Llegado el tiempo tendrás alas y un rabo fuerte de toro o
de elefante para liquidar todas las dudas, todas las
moscas, todas las desgracias.
Baja del árbol.
Mírate en el agua. Aprende a odiarte como a ti mismo.
Eres tú. Rudo, pelado, primero en cuatro patas, luego en
dos, después en ninguna.
Arrástrate hasta el muro, escucha la música entre las
piedrecitas.
Llámalas siglos, huesos, cebollas.
Da lo mismo.
Las palabras, los nombres, no tienen importancia.
Escucha la música. Sólo la música.


TODA LA PALIDEZ INEXPLICABLE ES EL RECUERDO

VII
Toda la palidez inexplicable es el recuerdo.

Travesía de muralla a muralla,
el abismo es el párpado,
allí naufraga el mundo
arrasado por una lágrima.

ÚLTIMO POEMA DE JUNIO

Pienso en esa flor que se enciende en mi cuerpo. La
hermosa, la violenta flor del ridículo. Pétalo de carne
y hueso. ¿Pétalos? ¿Flores?
Preciosismobienvestido,
muertodehambre, vaderretro.

Se trata simplemente de heridas congénitas y
felizmente mortales.

Luz alta. Bermellón súbito bajo el que despiertas
de pie, caminando a ninguna parte. Pies, absurdas
criaturas sin ojos. No se parecen sino a otros pies.
Y además estas manos y estos dientes, para mostrar-
los estúpidamente sin haber aprendido nada de ellos.

Y encima de todo y todas las cosas, sobre tu propia
cabeza, la aterciopelada corona del escarnio: un som-
brero de fiesta, inglés y alto, listo para saludar lo
invisible.

Rojos, divinos, celestes rojos de mi sangre y de mi
corazón. Siena, cadmio, magenta, púrpuras, carmi-
nes, cinabrios. Peligrosos, envenenados círculos de
fuego irreconciliable.

¿Adónde te conducen? ¿A la vida o a la muerte?
¿Al único sueño?
La flor de sangre sobre el sombrero de fiesta (inglés
y alto) es una falsa noticia.

Revelación. Soy tu hija, tu agónica niña, flamante
y negra como una aguja que atraviesa un collar de
ojos recién abiertos. Todos míos, todos ciegos, todos
creados en un abrir y cerrar de ojos.

El dolor es una maravillosa cerradura.

Arte negra: mirar sin ser visto a quien nos mira
mirar.

Arte blanca: cerrar los ojos y vernos.

Ver: cerrar los ojos.

Abrir los ojos: dormir.

Facilidades de la noche y de la palabra. Obscenidades
de la luz y del tiempo.

Y así, la flor que fue grande y violenta se deshoja y
el otoño es una torpe caricia que mutila el rostro
más amado.

Fuera, fuera ojos, nariz y boca. Y en polvo te con-
viertes y, a veces, en imprudente y oscuro recuerdo.

Dulce animal, tiernísima bestia que te repliegas en
el olvido para asaltarme siempre. Eres la esfinge
que finge, que sueña en voz alta, que me despierta.

2 comentaris:

Sàlvia ha dit...

M'encanta esta poeta!

Besadetes

Júlia ha dit...

És molt bona, admeto que la conec poc, però ara he llegit poemes impressionants.